Aquí os dejo un artículo interesante sobre la lectura.
Aurora Campuzano
El ME presenta el programa leer.es, con el apoyo de la Real Academia, el Instituto Cervantes y las comunidades autónomas, y el objetivo de fomentar la lectura entre niños y jóvenes en soportes tradicionales y, ahora, digitales.
Aurora Campuzano
El ME presenta el programa leer.es, con el apoyo de la Real Academia, el Instituto Cervantes y las comunidades autónomas, y el objetivo de fomentar la lectura entre niños y jóvenes en soportes tradicionales y, ahora, digitales.

Leer es una forma agradable, amena y enriquecedora de pasar el tiempo; aporta conocimientos; ayuda al aprendizaje de todas las materias escolares; enriquece la formación intregral... Toda una lista de ventajas que algunos adultos valoramos, pero que no siempre es comprendida por el público infantil y juvenil. Los pedagogos saben que no es fácil atraer a esos colectivos y, durante años, las administraciones educativas trabajan en conseguirlo. Ahora la propuesta se llama leer.es, un programa ambicioso apoyado en una plataforma digital que ofrece recursos y promociona actividades relacionadas con la lectura para el conjunto de la sociedad, y que cuenta ya con la colaboración de instituciones como la Real Academia, el Instituto Cervantes y distintas fundaciones.
Los recursos y las actividades programadas están dirigidas a los niños y, especialmente, a los adolescentes, que son el punto clave de inflexión en el asunto. También al profesorado de todas las etapas educativas y de todas las áreas o materias; y a las familias, a las que se ofrecen consejos y recursos para acompañar a sus hijos en el proceso de aprendizaje.
Porque, tal y como señalan los expertos, leer no es sólo una cuestión estética o de ocio: cuando un estudiante no domina la lectura, es difícil que progrese en el resto de las asignaturas. La lectura es un instrumento imprescindible para aprender matemáticas, música, literatura o geografía. Y es también un instrumento imprescindible para defendernos en una sociedad cada vez más plural y compleja.

Pero estamos en la era de las nuevas tecnologías, así que el programa leer.es apuesta por los formatos digitales, los ordenadores, internet y las redes sociales, que pueden ser el instrumento definitivo para convencer a los jóvenes. El centro virtual www.leer.es será la plataforma para apoyar al profesorado en esa tarea. El ministerio ofrecerá materiales de apoyo para el aula y recursos didácticos de todo tipo, que podrán descolgarse gratuitamente para su uso en el aula.
El objetivo es ambicioso, pero absolutamente necesario. Según el Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), dos de cada tres españoles opinan que en nuestro país se lee poco, y el 80% cree “que debería dedicarse más tiempo a la lectura”, especialmente cuando hablamos de niños o adolescentes.
Aún así, hay que decir que existe una evolución positiva en las tasas de la lectura en España. Según los resultados del Anuario sobre el libro infantil y juvenil 2009, de la editorial SM, la crisis no ha afectado a la literatura infantil y juvenil, y la venta de libros para niños y jóvenes aumentó más de un 11% respecto al año anterior. Y estos datos se confirman con los del estudio del Instituto Conecta sobre la Compra de Libros en España: la población de entre diez y trece años es la que lee con más frecuencia.
La iniciativa presentada hace unos días por el ministro Ángel Gabilondo ha arrancado con un congreso nacional del que han derivado varias conclusiones. Para empezar, una premisa que parte de nuestra Ley Orgánica de Educación: la necesidad de mejorar la competencia lectora de todos los ciudadanos, porque las personas que no alcancen un nivel aceptable en esta competencia corren el riesgo de quedar excluidas de la vida social, económica y cultural.
Es un objetivo que requiere un esfuerzo sostenido, especialmente en las aulas. El ministerio de Educación reconoce que hay muchas variables a tener en cuenta y que no todos los alumnos avanzan al mismo ritmo, ni tienen las mismas inquietudes. Por eso reclama el apoyo de las instituciones, de todos los agentes e instancias educativas, de las familias, los medios de comunicación, las editoriales y del profesorado.
Lo cierto es que la campaña llega en un momento delicado para el presupuesto nacional, pero no se debería esperar mucho más. Las evaluaciones que se han venido efectuando desde la OCDE (Informe Pisa) y otros organismos públicos y privados demuestran de las competencias lectoras de nuestros estudiantes dejan mucho que desear. Los responsables del ministerio saben que hay que adoptar medidas conjuntas, pues las campañas diseñadas unilateralmente, ni son efectivas ni tienen sentido. Además, las medidas deben ser de envergadura y sostenidas en el tiempo, con más recursos en las aulas, formación del profesorado, apoyo al sector editorial y, desde luego, más y mejores bibliotecas escolares, porque las carencias son muchas.
Valga solamente un botón de muestra. El último estudio de la Fundación Sánchez Ruipérez sobre las dotaciones de nuestras bibliotecas escolares arroja unos resultados bochornosos, que explican parte del problema. Nuestras bibliotecas están mal dotadas y mal atendidas, porque no hay personal específico para atenderlas. En la mayoría los casos, las carencias se suplen con la buena voluntad de profesores dispuestos a dedicar parte de su tiempo a una labor que no les corresponde: la de bibliotecarios.
Porque, tal y como señalan los expertos, leer no es sólo una cuestión estética o de ocio: cuando un estudiante no domina la lectura, es difícil que progrese en el resto de las asignaturas. La lectura es un instrumento imprescindible para aprender matemáticas, música, literatura o geografía. Y es también un instrumento imprescindible para defendernos en una sociedad cada vez más plural y compleja.

Leer en la era digital |
Pero estamos en la era de las nuevas tecnologías, así que el programa leer.es apuesta por los formatos digitales, los ordenadores, internet y las redes sociales, que pueden ser el instrumento definitivo para convencer a los jóvenes. El centro virtual www.leer.es será la plataforma para apoyar al profesorado en esa tarea. El ministerio ofrecerá materiales de apoyo para el aula y recursos didácticos de todo tipo, que podrán descolgarse gratuitamente para su uso en el aula.
El objetivo es ambicioso, pero absolutamente necesario. Según el Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), dos de cada tres españoles opinan que en nuestro país se lee poco, y el 80% cree “que debería dedicarse más tiempo a la lectura”, especialmente cuando hablamos de niños o adolescentes.
Aún así, hay que decir que existe una evolución positiva en las tasas de la lectura en España. Según los resultados del Anuario sobre el libro infantil y juvenil 2009, de la editorial SM, la crisis no ha afectado a la literatura infantil y juvenil, y la venta de libros para niños y jóvenes aumentó más de un 11% respecto al año anterior. Y estos datos se confirman con los del estudio del Instituto Conecta sobre la Compra de Libros en España: la población de entre diez y trece años es la que lee con más frecuencia.
Congreso Leer.es |
La iniciativa presentada hace unos días por el ministro Ángel Gabilondo ha arrancado con un congreso nacional del que han derivado varias conclusiones. Para empezar, una premisa que parte de nuestra Ley Orgánica de Educación: la necesidad de mejorar la competencia lectora de todos los ciudadanos, porque las personas que no alcancen un nivel aceptable en esta competencia corren el riesgo de quedar excluidas de la vida social, económica y cultural.
Es un objetivo que requiere un esfuerzo sostenido, especialmente en las aulas. El ministerio de Educación reconoce que hay muchas variables a tener en cuenta y que no todos los alumnos avanzan al mismo ritmo, ni tienen las mismas inquietudes. Por eso reclama el apoyo de las instituciones, de todos los agentes e instancias educativas, de las familias, los medios de comunicación, las editoriales y del profesorado.
Lo cierto es que la campaña llega en un momento delicado para el presupuesto nacional, pero no se debería esperar mucho más. Las evaluaciones que se han venido efectuando desde la OCDE (Informe Pisa) y otros organismos públicos y privados demuestran de las competencias lectoras de nuestros estudiantes dejan mucho que desear. Los responsables del ministerio saben que hay que adoptar medidas conjuntas, pues las campañas diseñadas unilateralmente, ni son efectivas ni tienen sentido. Además, las medidas deben ser de envergadura y sostenidas en el tiempo, con más recursos en las aulas, formación del profesorado, apoyo al sector editorial y, desde luego, más y mejores bibliotecas escolares, porque las carencias son muchas.
Valga solamente un botón de muestra. El último estudio de la Fundación Sánchez Ruipérez sobre las dotaciones de nuestras bibliotecas escolares arroja unos resultados bochornosos, que explican parte del problema. Nuestras bibliotecas están mal dotadas y mal atendidas, porque no hay personal específico para atenderlas. En la mayoría los casos, las carencias se suplen con la buena voluntad de profesores dispuestos a dedicar parte de su tiempo a una labor que no les corresponde: la de bibliotecarios.
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